miércoles, 3 de junio de 2009

Sapeando con príncipes

Joaquín Sabina canta una canción llamada ¨Es mentira¨ y siempre que escucho la parte de ¨mi crimen fue vestir de azul al príncipe gris¨ me recuerda a mis andanzas por la vida. Laura y yo nos hemos chocado con muchos sapos en nuestras vidas (creo que todas nos cruzamos más de un batracio en algún momento) y los descubrimos después de aguantar muchas cosas y cositas. ¿Pero qué pasa cuando es realmente un príncipe, pero no azul?
Laura se reencontró con un muchacho que conoció hace unos años en un viaje en carpa al norte. Se encontraron, charlaron, se divirtieron y Laura volvió encantadísima. Y ahí terminó todo. No hubo un segundo encuentro, no hubo ni una miserable llamada, nada. El anteaño pasado me encontré con un conocido y como todo príncipe descolorido, se portó como un señorito. Pasamos una mañana, tarde y noche charlando y bebiendo hasta que no cabían más botellas en la mesa y cual caballero me llevó a casa donde nos despedimos. Días de mensajes y llamadas de ¨cuándo te veo¨ hasta que nos vimos. Hace exactamente un año y meses que no lo veo, pero para ocultar el hecho de que el interés de vernos ya pasó, nos hablamos por Messenger. La verdad, nunca esperé gran cosa de él y se portó como un príncipe…celestito claro, medio turquesa, tirando al negro. La culpa no fue de él, fue mía. Por más de un motivo en el momento que nos encontramos yo ya sabía que eso era todo pero mi insistencia en colorizar el mundo como las películas blanco y negro fue más grande. El era un príncipe pero gris, como dice Sabina.
Ahora, ¿las mujeres tenemos un problema de daltonismo crónico o es simplemente fantasía exagerada?
No queremos ser salvadas por un Prince Charming como en Shrek pero con uno que se apareciera en un pony bastaba para que mi fe en esa raza volviera. O al menos que llamara...

2 comentarios:

  1. ¿No será que esperan al hombre "perfecto" y en esa espera no saben valorar al "humano", que dista bastante por suerte de ser el soñado?

    ResponderEliminar
  2. Es probable!. Uno se da cuenta que no existe el príncipe azul cuando encuentra a su compañero y lo ama con todas y cada una de sus imperfecciones, lo que lo hace único...(qué cursi, ajajaja)

    ResponderEliminar